lunes, 16 de febrero de 2009

Bancate ese defecto


La figura de músico decadente en Latinoamérica no le pertenece a ningún “Auténtico Decadente”, aunque posiblemente debería. La figura de Charly García es percibida como decadente, aunque su obra musical nos continúe entregando joyas luego de 40 años de carrera. Esta reputación se puede relacionar con su estado de salud, que con el pasar de los años ha alimentado cada vez más los tabloides sensacionalistas, que prefieren notificar sus fracasos antes que sus aciertos. Luego de un “breakdown” psicológico, ya hace varios meses Charly ha estado recuperándose física y psicológicamente en una finca alejada de la ciudad, mientras elabora un nuevo trabajo discográfico. Confío que nos demostrará con su trabajo, como lo hizo con los anteriores, que no es él “el decadente”.

Desde sus comienzos en Sui Generis, su sensibilidad nos ha tocado algunas fibras del alma con la valiente cualidad de aquellos a los que no les importa mostrarnos sus más íntimos sentimientos. De la mano de Nito Mestre nos regaló melodías dulces y directas con confesiones que sólo se pueden hacer en invierno y predicciones de su vida solitaria (véase Cuando ya me empiece a quedar solo). Siempre con un espíritu comunitario nos dio la bienvenida al tren en que estaba montado y nos ofreció algunos consejos de vida con Aprendizaje. Creó personajes inolvidables como Natalio Ruiz, la familia de Mr. Jones y la inestable pareja de Mariel y el Capitán, mientras nos estremecía con sus humildes ideas en temas como Dime quién me lo robó o Cuando comenzamos a nacer. La banda “única en su género” se desintegró luego de lanzar tres discos de estudio dejando detrás un legado que sería suficiente para completar una carrera musical más que enorgullecedora.

Luego de la separación de su amigo de la adolescencia, la ambición de Charly alcanzó niveles musicales más altos y decidió formar La Máquina de Hacer Pájaros, una banda de rock orquestal, que seguía la tendencia internacional de bandas como Yes o Génesis. Con sólo la creación de dos discos ya se puede considerar una banda importante en la historia del rock latino. De los pocos temas lanzados por esta agrupación son altamente recomendados Bubulina y Como mata el viento norte. Con el tinte orquestal de la banda como fondo, entre otras, Charly nos regala esta frase: “…esa puerta no debiste abrir, pero ya abierta es tan real.” Un periodo corto pero muy prolífico musicalmente.

Después de dejar La Máquina de Hacer Pájaros, el ya famoso multi-instrumentista decidió formar una all-star group con los mejores músicos de Argentina. Es entonces que se formó Serú Girán , “los Beatles criollos”, banda que creó un furor sin precedentes entre los argentinos. Las expectativas eran altísimas y la banda formada por Charly, Pedro Aznar, David Lebón y Oscar Moro se elevó a un nivel musical inusitado, realizando presentaciones en vivo multitudinarias y llenas de fortaleza musical. Fue en esta época, probablemente en la que alcanzó su más alto nivel musical, en la que Charly nos ofreció canciones más elaboradas y bellamente ensambladas. Desde La vereda del sol nos invitó a Salir de la melancolía y nos contó musicalmente Lo que dice la lluvia. Su irreverencia en temas como Encuentro con el diablo y Popotitos contrastaba el romanticismo de hermosísimos temas como Seminare o Eiti Leda. Esta “época de oro” concluyó debido principalmente al alejamiento de Aznar, que gracias a su talento había sido invitado a otros proyectos de talla internacional. Está de más decir que ya se consideraba a Charly un ídolo del “rock nacional”.

Es en este punto en el que Charly decide lanzarse como solista, y desde la década de los 80’s nos comienza a presentar todo tipo de propuestas musicales, altamente creativas y personales. Su inestabilidad emocional, característica de una persona tan sensible, lo lleva a involucrarse en un mundo de drogas y alcohol que lo conduce a cometer actos controvertidos de todo tipo. Su paso por una clínica psiquiátrica, sus caprichos de superstar y sus peculiares conciertos son la imagen que se crea el público de las nuevas generaciones, y las personas que nunca apreciaron su talento apoyan esta imagen juzgándolo como una especie de monstruo urbano que sólo quiere que todos empiecen a drogarse. De cualquier manera, Charly prosigue con su actividad musical entregando más música de alto nivel. Nombrar temas de esta época es totalmente aleatorio, simplemente escoger temas al azar demostrará que su reputación de ídolo del rock no es banal. Probablemente mientras iba de la cama al living compuso joyas como No soy un extraño, Los dinosaurios, Chipi-chipi, Ojos de video tape, por nombrar algunas. Sus críticas sociales son directas: “Él se desmayó delante de mí, no fueron las pastillas, fueron los hombres de gris”. Nunca pierde la simplicidad para mandar mensajes de amor: “Cuando estás alrededor, yo soy feliz”. Su irreverencia no deja de sorprender: “Lo único que quiero es no ser como vos”. Es demasiado material para tratar de condensarlo en un párrafo. Charly se convierte en una imagen tan poderosa en la música que ya puede hacer lo que quiera, él confirma que esta confianza no se le ha sido entregada por casualidad, y sigue componiendo música de alta calidad hasta el día de hoy, a sus 57 años.

Cualquier artículo, o incluso un libro, jamás serán suficientes para mostrar la grandeza de este músico, quien a pesar de sus “contraindicaciones”, es una especie de remedio para el espíritu de los que viven clavados en el caos actual de nuestra sociedad. Para los que todavía no han conocido su trabajo a causa de su imagen pública, tendrán que escuchar su consejo y bancarse ese defecto (véase “Clics Modernos”) para realmente disfrutar su obra musical. Para los que ya tenemos su música presente en nuestra vida, sólo nos queda escuchar.


PD: Aquí un video casero de una presentación en la que Charly comparte escenario con Pedro Aznar e interpretan Eiti Leda: http://www.youtube.com/watch?v=xIxop_aP_jE

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