viernes, 31 de octubre de 2008

Los prejuicios homosexuales

Los hispano-parlantes debemos agradecer a los responsables de la evolución lingüística de nuestro idioma. Gracias a ellos (en caso de que sean identificables) ahora nuestros poetas y pseudo-poetas de sexo masculino cuentan con el comodín literario que es la palabra “estr-ELLA”.

EstrEL sería muy gay…nunca miraríamos con actitud romántica el cielo nocturno, y sólo tendríamos la cuarta parte de poemas y canciones. Un desperdicio.

PD: Esto no tiene ni pies ni cabeza.

El primero

Tu primer juguete, tus primeros zapatos, tu primer par de calzoncillos. Tu primer día en el colegio, tus primeros lápices, tus primeros amigos. Tu primera fiesta, tu primer beso, tu primer desamor. Tu primera bebida, tu primer amor, tu primera resaca. Cosas que, algunos más que otros, guardamos en algún lugar de nuestra frágil memoria, poco a poco modelada por el cincel invisible de todas las personas que han tocado nuestras vidas. Inherente a estas cinceladas está el sentimiento de retribución, que es lo que nos impulsa ahora a dar inicio a este espacio virtual: Devolverle al mundo lo que nos ha dado, parcialmente digerido y rumiado. Somos nosotros, los que ahora tenemos el cincel, en nuestro primer blog.